DE PULQUERÍAS Y CANTINAS

El fin de semana visité un par de cantinas y pulquerías.
No tengo ganas de probar pulque nunca más.
El saldo: pocas ganas de la misma sensación.
La ganancia: el conocimiento de la compasión de quien me ama.
El justo medio: no se deben mezclar los azúcares y los alcoholes.
La duda: ¿qué tan grande es la Alameda?
El chiste: El anonimato es desolador, pero consuela, a veces.
La risa: de mí misma.
El dolor: de quien soy cuando no soy.
La jugarreta: no pasa nada si pasa.
El resultado: ¡Qué bello es el Centro Histórico!

2 comentarios:

Carlos Gregorio dijo...

Tardes de medio clima,
de la mano de otro,
se llena el aire,
de concreto y álamo,
van los autos con el motor caliente,
y la lluvia que no termina de caer.

Va de tarde.

zocadiz dijo...

coincido con el resultado.
Que bello es el centro histórico!