Bienvenidos todos aquellos que tengan sed de justicia, hambre de cambio, y dolor bañado de humor. Aquí se habla de todo: noticias, libros, farsas, sentires, y paranoias también.
PECES
COMUNIDAD
Anhelo y deseo de esos días. Mágicos, en comunión. Éramos una comunidad. Una fotografía perfecta. Sonrisas, lazos, velos sin descubrir. Sentido de pertenencia. Rueda que giraba porque sí. Ondas de agua que se perpetuaban en los diálogos. Corazones palpitantes llenos de ingenuidad y soberbia. Palabras grandilocuentes. Pasados compartidos. Llagas vivas. Miedos atroces, pero en comunidad, ¡en comunidad! Prestos a cruzar la trabe que conducía al mundo, al monstruo seductor que terminaría con figuras preconcebidas. Al final, al cruzar el puente, la diáspora. No más comunidad, al menos, concéntrica. Y la rueda gira porque sí.
LABIOS TÍMIDOS
Y este recipiente tan lejano, tan ausente, casi fantasma. Superposición de experiencias, de tactos, de alientos. Espejos interiores que buscan reflejar y no encuentran el ángulo, no encuentran la luz.
La puerta abierta donde nadie es bienvenido. Y de un momento a otro, cambio de frecuencia, no signal, Houston.
INVIERNO
Y sí. Un pestañeo y de nuevo, sí. Tres páginas atrás y sí. Colapso de años en segundos, sí. De pronto el tiempo tañe, y luego, el rocío de reflexiones marchitas. ¿Qué fue de aquél sí? Nadie responde.
Dijeron que el invierno se quedaría para siempre. Nadie se detuvo. Nadie buscó cobijas para sobrellevarlo. Todos confiaron en la flama débil, azul, cada vez más sin aliento.
No llegó el invierno. No hizo falta. Brotó lo que siempre estuvo ahí. Cadena oxidada, lastre en esencia, yugo interior.
Seis páginas adelante, ya no hay rastro. ¿Hablaron de eternidad? Jamás la conjuren. Jamás los perseguirá.
Primavera, no vuelvas. ¿Por qué te fuiste? Despojos dejas. Cruel.
Invierno, troca en agua el hielo y ven.