CLASE POLÍTICA: TÍTERES TELEVISIVOS

No sé que opinen ustedes, pero el documental de hoy me tocó hasta lo más íntimo. Quizá sea por mi interés particular por la política y la educación, no lo sé. Lo cierto es que no podemos seguir siendo un pueblo pasivo, una masa inerte incapaz de ejercer su civilidad.

Es cierto que hemos vivido por decenas de sexenios bajo regímenes a los que les ha interesado poco la cuestión educativa. Dicen que todo tiene relación, y más ahora con los enfoques en que el caos y los sistemas comienzan a cobrar un sentido real.

Si no hay educación, uno se vuelve corto de miras, si uno no puede ver horizontes más allá, se queda condenado a la pequeña realidad que le rodea, en ella, como es de esperarse, no habrá un panorama alentador: pobreza, bajos salarios, violencia, poca sanidad, entre otras cosas.

¿Cómo esperamos que nuestro país esté de otra manera, si no hay otra opción viable? No justifico de ninguna manera la violencia, pero es lógico que la gente quiera obtener dinero aún a expensas de la vida de otro, porque nisiquiera vemos a los demás como un "otro" sino como un objeto, una mercancía...

Por eso es fácil incurrir en la violencia, no hay una noción de realidad, de límites, de respeto, de reconocimiento de la dignidad del otro. Nuestra reacción animal impera sobre la racional. ¿Por qué?: Fácil. No tenemos ni la mente, ni la conciencia formada.

Así como hablábamos en la clase de Diseño de Proyectos de Investigación, la televisión debiera ser la primera en comprometerse para una educación integral. Es más, la escuela misma no basta para educar, es necesaria la familia, que haya correspondecia entre los conceptos que se aprenden y los que se viven. Y aunado a la familia, los medios, en especial la televisión por tener un mayor alcance, debiera ser un instrumento para educar.

Educar no significa hacer programas aburridos, en donde se habla con un cierto protocolo a seguir. Educar es volver asequible, practicable la teoría, es posibilitar a las personas para optar por nuevas maneras para transformar la realidad, para enfrentarla de la manera más plausible, ya no hablo de buena y mala, sino de adecuada.

Ahora, si hablamos de la clase más marginada. Es necesario rediseñar los programas educativos. Hay que entender "su realidad" adaptarnos a sus circunstancias, estudiar primero sus necesidades y luego, sólo luego, implementar medidas que contribuyan a su desarrollo. No nos quedemos en cuestiones de telesecundarias, y libros bilingües para etnias. No. La educación se debe dar a la par del crecimiento en todos los demás sentidos: salud, bienestar social, seguridad, etc. Ese es el problema, sólo se cree que educar es enseñar a leer sílabas.

Es verdad que ya no hay muchos analfabetas, en toda la acepción de la palabra, pero, ¿cuántos de nosotros no lo somos? No entendemos los contenidos, no leemos la realidad, no interpretamos lo que sucede. La educacion es multidimensional, abarca todo el quehacer humano. Impregnemos de calidad todo cuando utilicemos nosotros, quienes tenemos posibilidades de aportar al conocimiento de otros, a la sed de muchos, a la verdad desgraciada de otros cuantos.

Podría decir mil cosas al respecto. Lo verdaderamente importante es comenzar a aprovechar los medios con los que contamos para ejercer la civilidad muerta que cargamos a diario, sólo así, quienes menos pueden, podrán encontrar razones para llevar de mejor manera su vida.

De filósofos y locos, todos tenemos un poco... Me siento melancólica ante la realidad... tan inabarcable, pero tan sedienta de cambio; tan ajena, y tan arañante...¿Cuándo alzaremos la voz a nosotros mismos, para luego reclamarle al mundo?...