LEÓN DE FURIA

Estos días han estado barnizados con esmalte rojo: balazos, pánico, terror.
León ya no es más la "mejor ciudad para vivir". De hecho, no se si en algún momento ha podido consolidarse como tal... eso es otro asunto.

El viernes dormí prácticamente toda la tarde. Al despertar lo primero que vi fueron nicks en el messenger que aludían de manera más o menos poética y romántica a los sucesos que (gracias a Dios) no turbaron mi sueño con sus arrolladores tronidos: sicarios y policías jugando a perseguirse.

No es ni la primera, ni será la última. Tampoco es difícil vaticinar que la máscara del León tranquilo está por develarse: aquí también viven muchos compadres del narcotráfico. Somos un pueblo pulcro: lavador de dinero al por mayor...

No nos alarmemos, permanezcamos sensatos, la violencia ha estado, y ahora estará más a menudo haciéndonos cosquillas por medio de diarios, televisión y radio. Lo que me asusta no es la violencia, sino lo que hay detrás del descaro con que ahora los blancos ya no son sólo parte del narco y mafia, los civiles ahora son motivo de la risa de esos dementes...

A ver si estos hechos nos agitan para movilizar la fuerza ciudadana...

Buenas noches.

Hoy fue cumpleños de mi hermana, en un año más, ya podrá ser juzgada como adulto... ¡Enhorabuena!

1 comentario:

Catriela Soleri dijo...

Cuando eso ocurra, podrás llevarla con nosotros a lugares chistoso.