Cansancio prolongado

Fue un día agotador. El Snobitch dijo que debía dormir, pero francamente no me dio la gana escucharlo. Ni que fuera mi madre, el Papa, o Alanis Morissette.

Hoy tuve la oportunidad de hacer una especie de etnografía. Necesitábamos encontrar a un anciano que se prestase a actuar en un cortometraje, pero no lo conseguimos. Tal vez mañana a las 9, Don Adolfo, nacido en 1922 nos diga que sí. Los escotes en este caso no funcionan jajaja... Basta la dulzura y la empatía.

Hablando de eso, cómo me gusta lo que dice Edith Stein al respecto... Mañana tal vez escriba algo de ella. Hoy no. Creo que mis manos y párpados quieren ceder ante el cansancio.

¿Existe la mala vibra, o en efecto el levantarse con el pie izquierdo contamina el sentido de nuestro día? No lo quisiera creer, pero en definitiva el día se pintó de gris, casi todo se estropeó, pero al final rescatamos la risa y la simpatía de muchos, ejemplo: la señora de la biblioteca me prestó su cuenta para sacar más libros de los permitidos y se rió mucho de mi simpleza, o no sé si de la cara de chiste que me cargo, o tal vez de mis chinos voladores; hicimos buenos contactos con personas "extrañas", lo cual me dice que el interpelar al otro como a un ser querido, como a un otro como yo, rompe con muchas barreras: sexo, edad, condición social, e incluso temperamentos.

Don Vicente se negó a ayudar en el corto, pero nos trató como si fuésemos comadres de antaño.

Extraño mi computadora, y los momentos de paz. Hoy no comí, pero si deglutí una que otra porción de chatarra que le arrebaté a cuanta persona crucé.

Muero de sueño, y mañana a grabar. Espero que el panteón nos acoja con todo el color de sus flores y que nuestros actores no se echen para atrás una vez más.

Buenas madrugadas.

3 comentarios:

Juan Ramón V. Mora dijo...

Está b ien el post a excepción de porciones deglutidas de mamonez y optimismo. DÍA MALO = DÍA MALO.

As: El Semental De Guanajuato - Exterminador.

Atte: Juan Ramón Velázquez Mora.

Carlos Gregorio dijo...

Fueron seguramente esos chinos voladores.

Catriela Soleri dijo...

Jajaja el comentario de Juan Ramón.