Teoría del conocimiento a la Popper

...La ciencia comienza con problemas. Intenta resolverlos por medio de teorías audaces, ingeniosas. Con mucho, la mayoría de las teorías son falsas y/o incomprobables. Las teorías comprobables más valiosas se rastrean en busca de errores. Buscamos encontrar errores y eliminarlos. Así es la ciencia: consiste en ideas salvajes, irresponsables, que coloca bajo el riguroso control de la corrección de errores.


¿Dónde está la diferencia entre Einstein y una ameba? Respuesta: la ameba será eliminada si comete un error. Si tiene conciencia tendrá miedo de sus errores. Einstein busca errores. Puede hacerlo porque su teoría no es parte de sí mismo, sino un objeto que él puede investigar y criticar conscientemente. Einstein tiene que agradecer esto al lenguaje específicamente humano, y en particular también a su hija, la escritura humana. Einstein dijo en alguna parte: -Mi lápiz es más inteligente de lo que soy-. Aquello que se expresa o, mejor aún, que se pone por escrito, se convierte en un objeto que podemos criticar y cuyas faltas podemos investigar. Así, la teoría formulada lingüísticamente se convierte en algo semejante, pero por otra parte, completamente distinto a las expectativas vegetales o animales implantadas en organismos.


... La crítica es crítica racional sólo cuando trata de la verdad o falsedad de las proposiciones o teorías...


Por motivos lógicos,un escalón dogmático debe preceder al escañón crítico del uso humano del lenguaje: sólo si un dogma está establecido como una especie de trasfondo, puede uno empezar a criticar, y únicamente más tarde puede incluirse incluso en la crítica al dogma, que ha servido como trasfondo de la discusión crítica. En primer lugar se necesita un marco fijo. Más tarde se pueden confrontar marcos semejantes y continuar con la discusión crítica de los marcos.



Sobre la religión...



...Creo que es muy ilustrativo si admitimos que hoy se ha establecido una falsa religión; a saber, la religión de que nuestro mundo, al menos nuestro mundo social, es un infierno.

Yo soy todo antes que un adversario de la religión. Mi religión es la doctrina de las excelencias del mundo; de la libertad y de la fuerza creativa de seres humanos maravillosos. Del horror, del sufrimiento, de los desesperados que podemos socorrer. De lo mucho bueno y malo que ha sucedido en la historia de la humanidad y que siempre vuelve a suceder y que todavía sucede. Y de la feliz noticia de que podíamos prolongar la vida de los seres humanos, y sobretodo de las mujeres, y los niños, que han tenido la vida más difícil. Por lo demás, no sé nada; y aunque la búsqueda científica de la verdad constituye una parte de mi religión, las grandiosas hipótesis científicas no son ninguna religión. No pueden serlo.


Karl Popper, La responsabilidad de vivir, Paidós, Madrid, 1995, p.p. 101-109.

1 comentario:

Cesc dijo...

"Las grandiosas hipótesis científicas no son ninguna religión. No pueden serlo."

No deben serlo, y no nos las podemos creer.