Juegos

UNA BOCA MENOS QUE ALIMENTAR

El nuevo juego de "Mundo bipolar" en el que el parecido con la realidad se vuelve mucho más atractivo que la coincidencia misma.

Contenido:

• Tijeras afiladas
• Instructivo
• Venda para los ojos
• Manual para el llenado de actas de defunción en 10 idiomas, con la cláusula de "muerte accidental".

INSTRUCCIONES DEL JUEGO

Jugadores: 7 a 9 personas.

Edades: 2 a 99.

Recomendaciones

Antes de iniciar es necesario que los jugadores formen un círculo alrededor del jugador principal que será llamado el mandamás (puede ayudar el tomarse de las manos). Éste sujetará unas tijeras afiladas, los brazos estarán flexionados, de tal modo que parecerá que custodia un relicario a la altura del pecho.

A jugar

Para iniciar el juego, todos deben gritar al unísono "uno menos". El mandamás dará vueltas con los ojos vendados en el interior del círculo, simulando el movimiento de rotación de la Tierra.

Cuando decida parar, (por intuición o por la voluntad de joder/reconfortar/acortar/facilitar a alguno de los participantes la vida) extenderá los brazos hacia el frente, como si fuese un espadachín inexperto, pero con una fuerza tal, que tendrá que atravesar la piel de alguno de los demás jugadores, bueno, no sólo la piel, se intenta que el órgano vital sea el blanco, o por lo menos algún pulmón.

En realidad, más que el que la fuerza sea la característica con la que se empuñará las tijeras, es la razón de ser del juego: en efecto, habrá una boca menos que alimentar.

Las veces que se desee jugar dependerán de qué tanto se quiera hacer uso de la frase El bien justifica los medios, (porque las razones para alimentar a uno menos pueden ser muchas: economía, políticas, gusto, confort, alardeo de poder u otras).

Una vez que las tijeras corten el aliento de alguno de los participantes, se procederá al llenado del acta de defunción.

Notas:

• Sí, es un juego muy cruento.
• El juego se obtuvo de la imitación del manejo del Mundo Bipolar en el que vivimos.
• No, no soy sádica, pero concedo que no sería grato jugarlo.
• Agradezco la inspiración a mi hermano Paco, él es el de la idea. (Somos muchos hijos, y a veces, la economía aprieta de más; de tal modo que sólo la ironía o el sadismo irreverente pueden curar lo perro de la realidad)
• Sí, hoy no soy optimista.
• No, no estoy deprimida.